El traslado a Oberblegisee es bastante largo: primero una hora en monovolumen hasta Luchsingen, luego un teleférico hasta el Brunnenberg y, por último, una empinada caminata de una hora (400 metros de altitud). Pero el paisaje de este tranquilo lago de montaña a 1.420 metros sobre el nivel del mar es sencillamente espectacular. Las paredes rocosas de la cantan un dulce eco que convierte tu primer contacto con el cuerno alpino en una experiencia que te cambiará la vida. Para comer, podemos ir andando hasta el acogedor restaurante Bächibeizli. En general, una de nuestras excursiones favoritas.
Opción de pasar la noche en Bösbächi Alp (cerca de Bächibeizli) y ver al lechero hacer queso por la mañana.
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